LUIS MARIO RODRÍGUEZ R.*
MARTES, 18 DE NOVIEMBRE DE 2008
David Reyes encarna lo que todos quisiéramos encontrar en un candidato a diputado: esperanza, ilusión, energía, candidez, capacidad, carácter, liderazgo, sensibilidad, humildad, honestidad, carisma, entre otras virtudes. Su juventud no resta méritos a su elocuencia al hablar y expresar los sueños que tiene por cumplir: llegar a la Asamblea Legislativa para representar a un conglomerado que por años ha estado fuera del interés de todos los partidos políticos, las personas con discapacidad. Casi siempre se postulan a diputados o los que ya han ocupado un escaño por varios años, u otros cuya "experiencia" por haber ocupado un cargo público les autoriza, según ellos, para representar los intereses de los ciudadanos de la jurisdicción que los elige.
Ojalá todos llegaran con el entusiasmo con el que lo hará David, sin intereses personales ni mucho menos con la idea de hacer de este mérito su medio de vida. No niego que hay quienes han desempeñado su cargo como representante del pueblo de una forma responsable y con un alto grado de patriotismo, pero lastimosamente estos casos son excepcionales y la mayoría responde a la disciplina partidaria que en muchas ocasiones ahoga las ideas, mata la personalidad y lo que es peor, acaba con los principios y las convicciones.
Conocí a David de la forma en que miles de salvadoreños lo habrán hecho cuando, aún siendo un niño, se destacó en aquella Teletón, mostrando lo que muchos años después seguiría siendo su característica personal: una carisma impresionante que se refleja en su sonrisa y en sus ganas de vivir y de servir a los demás. Luego lo encontré recientemente cuando presentó ante el equipo de plan de gobierno de Rodrigo Ávila los compromisos que acordaron cientos de invitados a las mesas de personas con discapacidad, para suscribirlos públicamente y comprometer a la fórmula presidencial para que, de ganar la presidencia, los implemente de manera inmediata, incorporándolos a su plan de trabajo en los primeros cien días de gobierno.
Disfruté mucho su presentación porque nunca se refirió a su condición personal, sino más bien parecía que la política pública que nos estaba presentando beneficiaría a otros que, a diferencia de él, padecen alguna clase de discapacidad.
El día que se firmaron los compromisos por las personas con discapacidad, David representó a miles de salvadoreños que han estado esperando una oportunidad. Pronunció un discurso relajado en el que principalmente agradeció a su familia el apoyo que le dio desde pequeño, para que fuera una persona que pudiera valerse por sí mismo. Recuerdo que su hermana estuvo presente el día en que aprobamos el resultado de las mesas de trabajo que él coordinó, lo que reflejó sin duda alguna el vivo amor que tiene por su familia y el espontáneo agradecimiento a Dios por haberle dado un hogar donde claramente él aprendió a ser un hombre con personalidad y carácter. La principal idea que recuerdo de sus palabras el día del evento, frente a varios cientos de personas con discapacidad, amigos y familiares de éstos, es que existen seres humanos que padecen de la peor discapacidad que puede presentarse en este mundo: la falta de Dios en su corazón. Esa y no los impedimentos físicos, pueden hacer a una persona más desdichada que cualquiera a la que le falten sus piernas o sus brazos.
David es el vivo símbolo de lo que cualquier salvadoreño debería aspirar a tener en el primer Órgano del Estado. No comparto la idea de aquellos que ven en la Asamblea el lugar donde deben predominar los arreglos bajo la mesa, el fanatismo partidario, la política barata o lo que es peor aún, la aprobación de leyes por un puñado de dólares. El recinto legislativo debería albergar a los mejores hombres y mujeres de nuestro país; a aquellos que en sus intervenciones en el pleno, resumieran con claridad los problemas y sobre todo, las soluciones a las miles de necesidades de salvadoreños que viven en la extrema pobreza. Nos podrán llamar ilusos, pero ese es el "deber ser" de la Asamblea y no aquel donde llegan los mismos, a transar y negociar componendas, olvidándose que su curul está tallado principalmente por el voto de ciudadanos que han puesto en sus manos el futuro de sus hijos.
La capacidad del debate legislativo dependerá de la presión que la sociedad civil imprima al trabajo de los legisladores. En la medida que siga prevaleciendo la ideología a la hora de priorizar los problemas que serán abordados en las distintas comisiones de trabajo, en esa misma medida seguiremos con una Asamblea que sólo producirá frustración ciudadana. David Reyes tiene un reto de primer orden, como lo deberían tener todos los que aspiran a ganar una diputación en las próximas elecciones: convertir la esperanza, la ilusión y el entusiasmo de sus seguidores y votantes en leyes que favorezcan a los miles de habitantes que creyeron en su mensaje. No podemos esperar menos de él ni de todos los que se han postulado por los diferentes partidos. No hay tiempo para aprender a ser político, lo hay para cumplir las promesas, luchar por el sector al que representan y rendir cuentas al final de su gestión.
*Abogado, con maestrías en Derecho de Empresa y Ciencia Política.
2 comentarios:
"Mi compromiso será llevarte como diputado"
Ja ja ja. Ahora sí es el colmo. Apenas dos días después que les mencionara el caso de David Reyes, el joven que trabaja en Grupo Update que le organizó la llegada a Ávila al Palacio de los Deportes durante el evento de Marketing Político, y que salía firmando el domingo un "compromiso" con Rodrigo Ávila para con los discapacitados, ahora resulta que va de diputado como lo afirma El Diario de Hoy este día:Es decir, yo Rodrigo Ávila, firmo un compromiso, no con un sector de la sociedad, sino con mi candidato a diputado, ja ja, eso sí es lo más bajo... no hay duda que cuando uno está golpeado de muerte, y así lo está Arena, comete los errores más burdos
Un saludo
Alluro
Blog El Tenampa
Como Kinesiologa que soy dejeme felicitarlo David y en especial al partido ARENA por hacer valer uno de los derechos de inclusion a la sociedad a las personas con capacidades especiales porque la palabra "Discapacitado".
Realmente me da pena y lastima a la ves el comentario anterior de personas que no miran mas alla, personas sin educacion que lo hacen es señalar, es de admirar y de usar como ejemplo a personas como usted q nunca se dan porvencidas, ciudadanos asi son los que necesita el pais. capaces, inteligentes e intelectuales que en sus cabezas y en sus bocas no existe la palabra " NO PUEDO".
David yo se que usted podra ayudar desde la Asamblea a todas las personas con limitaciones fisicas ya que ellas se veran y se sentiran muy bien representadas.
Bendiciones y VAMOS CON TODO!!
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